Posada del Presidente
Un lugar con historia: La Posada del Presidente
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Un lugar con historia: La Posada del Presidente

Un lugar con historia: La Posada del Presidente

El inmueble que hoy alberga a nuestro restaurante, se cruza con la historia de Chile, y especialmente con la del presidente José Manuel Balmaceda (1886 – 1891), y el desenlace de la Guerra Civil de 1981.

Corría el día 29 de agosto de 1981, y tras avanzar la noticia de las derrotas dePlacilla y Concón, el centro de Santiago se convirtió en un verdadero caos. Pese a que el presidente Balmaceda había hecho entrega del mando a manos del general Baquedano, como una manera de evitar mayores muertes y destrozos, grandes hordas comenzaron a recorrer la ciudad de Santiago, en búsqueda de quienes habían sido colaboradores del gobierno, para saquear sus casas y robar sus pertenencias.

Según cuentan el cronista de la época Emilio Rodríguez Mendoza, en el libro “Los últimos días de la administración de Balmaceda”, a las ocho de la mañana de ese día, turbas “comenzaron a desparramarse por los barrios más centrales, y un momento después aparecían las célebres “listas”. Se desprendió una parte de la chusma que se removía ante la Moneda, desbordándose en dirección a la casa, todavía en construcción del Presidente.”

Parecía el fin de la vivienda. Pero la astucia de José Rámila, un acaudalado comerciante español de la época, salvó a la casa de ser destruida. El hombre mandó a escribir “en el frontis del suntuoso edificio: “Para el Coronel Canto”, lo que hizo a los saqueadores pasar de largo, versión que es reafirmada el historiador de la Fundación Balmaceda, Nicolás Llantén, en palabras de Martina Barros Orrego (1942), quien fuera testigo de los hechos.

“Solo vi los saqueos en la parte central de la ciudad; fueron muchos. En los alrededores de mi casa fueron saqueadas las de doña Encarnación, el palacio de la Alhambra de Claudio Vicuña, el hermoso palacio de los Ovalle que hoy ocupa el Club Conservador, en la calle de Compañía. ¡Desde los altos de esa casa vi arrojar un piano de cola! También saquearon en la cuadra de más debajo de mi casa, el domicilio del Intendente de Santiago, y pretendieron destruir la casa que se había construido, para sí, Balmaceda, en Catedral esquina nor-poniente de Amunátequi –hoy de Alejandra Valdés de Infante-; pero un joven la salvó llenándola de letreros en que se decía que “el pueblo se la daba al Coronel Canto” “el pueblo para Canto”, etc., etc…”

La propiedad, que se encuentra en una zona de conservación histórica, contaba con habitaciones, salones de reuniones sociales e incluía un establo, justo en el lugar donde se sirven nuestras mejores preparaciones. Balmaceda durante su gobierno vivió en el Palacio de la Moneda, como era la tradición en ese entonces.

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